La mitad de
Madrid ya estaba alegre. El Real había clasificado a la semifinal de la
champions. Y el miércoles le tocaba al Atletico Madrid. El cuadro del “Cholo”
Simeone recibía en el Vicente Calderón al Barcelona, luego del empate 1-1 en el
partido de ida. Las apuestas igual daban favorito al Barza, que se pensaba que
sacarían la casta de campeón para volver a las instancias finales del torneo.
Pero al frente
tuvo a un equipo motivado, competente, entregado a la idea de su técnico, decidido
a retar a la historia y volver así a la elite de Europa. El partido empezaría con
un “Atleti” dominador. Que llegaría rápidamente a colocar el 1-0 por medio del
mediocentro Koke, después de un centro de
Villa que sería pivoteado y Koke en soledad marcaria a los 5 minutos de
iniciado el partido.
David Villa fue
un pesadilla para el Barcelona. Estuvo imparable para una defensa catalana sin
Piqué, ni Puyol, ni su arquero titular Victor Valdez, todos lesionados. El delantero,
ex barza, estrellaría 2 pelotas en el palo, que hubiesen dado un marcador más
holgado para el cuadro “colchonero”. Un Barza irreconocible, no daba muestras
de reacción, solo Neymar, se le notaba que le ardía la sangre en las venas, y
era el que más intentaba.
Con un Messi bien
marcado de forma escalonada, el equipo culé nunca encontró los caminos para
empatar la serie y estirar su participación en la copa. Simeone ha armado un
equipo que aún siendo corto, puede sostener su fútbol a pesar de la ausencia de
su delantero estrella, Diego Costa, y eliminar a uno de los candidatos,
volviendo luego de 40 años a un cuadro final de Champions League.
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